viernes, 25 de julio de 2008

Arriesgarse


Últimamente he estado bastante enganchada a la tormentosa historia de amor (permitidme llamarlo así, tan cursi, pero es que no se me ocurre otra manera mejor de resumirlo) de esta chica con un compañero de trabajo, casado.

Una piensa que su historia, la propia, es especial, y que no le pasa a nadie más. Y luego, hay que ver lo poco originales que somos!
A lo largo de mi vida como"lectora de blogs", me he dado cuenta de la cantidad de mujeres infieles que existen, si no físicamente, sí de corazón. Mujeres emparejadas con uno y enamoradas de otro, alguien con quien la historia es "imposible", por las razones que sean.

Yo me encandilé de Él al poco tiempo de conocerlo. (ver historia completa AQUÍ)
El tiempo que estuvimos juntos en los últimos tiempos, de manera "ilegal" (yo todavía con mi Titular, Él con la suya... 4 meses más que yo!) fue precioso, intenso y lleno de montañas rusas químicas... pero era el camino derechito a la locura absoluta. De alguna manera tenía que terminar.

Podía haberlo terminado yo. Hubiera sido lo más fácil para Él.
Me he acordado de ese momento leyendo a Primaveritis. Tomar las decisiones es siempre lo más j*dido; por eso es más fácil ser dejado, que dejar. Te alivia milagrosamente de esa carga!

Yo podía haberle dejado. Quizá debería haberlo hecho, cuando pasaba el tiempo, y Él seguía con Ella, diciéndome todas esas cosas bellas y desesperadas que se dicen los amantes (ya sabéis: "no sé, no puedo, necesito aclarar mi mente, me gustaría tener la valentía de, me gustaría poder decirte que, me gustaría poder decirle que, quedamos? necesito hablar contigo, no quiero hacerle daño, no quiero hacerte daño, te mereces algo mejor, te quiero, te necesito..." Medio plagiado de un comment Anonimo en el post de Primaveritis)

Pero no quise dejarle, y no por desesperación. No me dio la gana de ponérselo fácil.
Sabía que sufría, sí; como también sufría yo.
Yo había dejado a mi Titular: un chico bueno, que me quería, que tampoco merecía sufrir.
Y Él ¿no tenía los huevos de dejarla a ella? ¿o no quería?

No quise ponérselo fácil, porque quería saber qué es lo que Él decidiría.

Él me quería de una forma irracional, desde las entrañas, todo corazón.
Pero le había crecido un amor por ella a lo largo del tiempo fruto de los años, de la paciencia, de la entrega, de la amistad. Era un amor trabajado, sí. Era tiempo invertido, y una buena chica. Yo era la apuesta arriesgada.

Pero quería saber si podía arriesgarse. Por mí, por los dos. Por un futuro o por lo que hubiera después, la gran incógnita.

Y se arriesgó.

No siempre somos capaces de arriesgarnos. Nos hacemos arañazos y magulladuras por el camino. Nos hacemos heridas que quizá no sabemos lo profundas que son. Es difícil valorar, en el momento, qué perdemos y qué ganamos. Y no siempre sale bien y hay que contar con ello.

Pero creo que si uno hace lo que siente, siempre merece la pena.

Aunque salga mal.

8 charquitos:

PRIMAVERITIS dijo...

sabes guapa, fuiste valiente, yo no se si voy a tener ganas de pasar por eso, ya lo hice una vez y no me siento con fuerzas, yo creo que se lo voy a poner fácil, allá el.

teatrera dijo...

A mi hombre le pasaba algo similar con su anterior pareja.
Los últimos tiempos anduvo con idas y venidas esperando que fuera ella quien lo dejara.
Como dice primaveritis, ser dejado es más fácil.

teatrera dijo...

Acabo de leer el resumen.
Está claro que ese chico era para ti ¿no?

Lucía dijo...

Yo sin otra persona en mi vida también estuve mucho tiempo deseando que me dejaran (es una historia muy larga) pero al final me cansé de esperar,jeje.

Nunca hay que arrepentirse de las decisiones tomadas, lo importante es tener poder de decisión.

Isa dijo...

Piensa que lo que tu tienes en la mente será,pues inconscientemente lo estas deseando,toma la decisión ya,y no te hagas más daño.
Isa

Blackberry dijo...

Primaveritis: Ya, ya sé, no creas, que hubo momentos en los que lo hubiera estrangulado por, por, por... pusilánime!!
Pero ya en otra ocasión estuvimos así, a puntito de... y Él no fue capaz de dejarla. Y siempre me quedó la cosa de que en esa ocasión no "persistí" lo suficiente. Así que esta vez decidí que iba a aguantar carros y carretas, pero fácil no se lo pondría! :)
(También tú, jo, sales de Guatemala para entrar en Guatepeor! Ya verás, aún aparecerá tu Él-nórdico para terminarlo de arreglar - con cariño te lo digo, eh - :P)

Teatrera: si es que cada historia es única... exactamente, igual que las demás :)
Y sí, espero que seamos uno para el otro... de momento, estamos juntos y eso es algo que no se nos va a quedar nunca en el tintero de las cosas "no realizadas".

Lucía: Hola! Yo creo que las mujeres somos más resolutivas y cuando tenemos claro que no queremos estar con alguien, lo dejamos (al final lo hiciste, no? :)) Pero decidir es duro siempre...

Isa: Creo que no me has leído bien, que todo esto lo cuento en pasado... A mí me cuesta un mundo decidir, pero cuando lo tengo clarito me cuesta menos ser consecunte con la decisión. Aunque siempre hay miedo a perder, claro.

Panpoxi dijo...

Sí señora, te doy la razón totalmente en tu última frase: "Pero creo que si uno hace lo que siente, siempre merece la pena. Aunque salga mal."

Si no, siempre te queda la duda de 'y si hubiera hecho...'.

Y también es verdad que creemos que las cosas sólo nos pasan a nosotros, que para el resto todo es diferente, pero en cuanto hablamos un poco con alguien... nos encontramos con una historia calcada a la nuestra.

Ángel Caído dijo...

Pues yo no sé qué decir. En estos temas estoy bastante apático...
Pero me repito: siempre hay alguien ahí que merece la pena.